Un minuto de silencio.

La noche ya había caído y una vez más allí estaba yo ,rodeada de multitud de adornos navideños con miles de bombillas que iluminaban el recinto donde tuvo lugar la concentración de peones negros.

Muchas caras conocidas y otras nuevas que se asoman con curiosidad , todos unidos y en silencio escuchamos de forma emotiva todas las últimas revelaciones del diario El Mundo, que van dejando en evidencia y de forma contundente la macabra trama organizada llevada a cabo por los asesinos para cambiar un gobierno y que dejaron en el camino a 192 almas inocentes y más de mil heridos.

Un momento estremecedor, sobre una silueta 11-M, se fue depositando velas a medida que se iba leyendo el nombre de cada una de las víctimas.
Esas velas encendidas rodeadas de tantos corazones nobles , refuerzan y animan a seguir luchando e investigando hasta llegar Saber la Verdad y que se haga Justicia a todas estas almas que nos han arrebatado, porque son nuestros , nuestros españoles, aunque físicamente no los tengamos si tenemos su espíritu que está con todos nosotros , nos iluminan, y de alguna forma nos están llevando por el camino hacia la verdad.
En solo un minuto de silencio, son tantas cosas las que pasan por la mente y recuerdas a tantas y tantas víctimas del terrorismo, aflora la rabia y la impotencia pero al mismo tiempo la esperanza de ver que algún día y no muy lejano se hará la Luz y del mismo modo que dieron el golpe, el mazo de la Justicia golpeará las cabezas de la canalla que tanto dolor han causado y pagarán por todas sus fechorías .